Talento para liderar talento

En nuestra página web hay una imagen clásica de la conducción: las manos y la batuta de un director de orquesta. Para muchos, representa la conducción “tradicional”: uno dirige, otros ejecutan. Pero los integrantes de las orquestas importantes del mundo son grandes talentos musicales, largamente entrenados, rigurosamente seleccionados, altamente competitivos, orgullosos y exigentes. No aceptan cualquier tipo de conducción.

En 2005, el gran director Riccardo Muti, en ese momento a cargo de famosa Scala de Milán, recibió una carta firmada unos 700 de sus integrantes (músicos, empleados, asistentes) pidiéndole que renunciara, por su estilo autoritario. Arturo Toscanini era temido por sus violentas reacciones, pero admirado por su genialidad y su capacidad para desarrollar en cada músico el máximo de su potencial.

En un video (https://www.youtube.com/watch?v=oU0Ubs2KYUI) se puede ver al gran Leonard Bernstein -dirigiendo a la Orquesta Filarmónica de Viena en el 4to. movimiento de la Sinfonía no. 88 de Haydn-, cuando baja la batuta, se cruza de brazos, y con una amplia sonrisa disfruta de la maravillosa música que producen sus dirigidos, acompañándola solamente con el movimiento de su cabeza, sus ojos y su boca. Su gesto parece expresar, orgullosamente: “estos son mis muchachos”.

Daniel Barenboim fue aclamado en Viena en 2014 por una original demostración de liderazgo. Es costumbre que el tradicional concierto de Año Nuevo concluya con la ejecución de la Marcha Radetzky (un himno no oficial de Austria),  acompañada con palmadas por los asistentes. Mientras la Filarmónica interpretaba la Marcha. Barenboim dejó el podio y fue a saludar -uno por uno- a todos los músicos, estrechando sus manos y agradeciendo su aporte.

¿Desaparece el liderazgo cuando el director deja el podio y la batuta? Obviamente no. La forma más elevada de ese arte que llamamos liderazgo es aquella en la que el líder hace que su logro sea el logro de todos. El verdadero talento directivo consiste en potenciar los talentos individuales para que el todo sea mayor que la suma de las partes. Y esto no vale solo para las orquestas, sino para todas las organizaciones.

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