La Argentina suele exhibir como una de sus fortalezas competitivas a nivel internacional el desarrollo de su capital humano. Al respecto, resulta interesante analizar las conclusiones de una investigación presentada por el Banco Mundial el 11 de octubre de 2018, en la Reunión Anual del FMI-BM realizada en Bali, Indonesia, relacionada con el Índice de Capital Humano (ICH) que elabora esa organización.
Los especialistas del Proyecto de Capital Humano del Banco Mundial sostienen que “el 56 por ciento de los niños que nacen hoy en día en todo el mundo perderá más de la mitad de los ingresos potenciales de su vida debido a que los gobiernos no están haciendo inversiones eficaces para garantizar una población saludable, educada y con capacidad de resiliencia, lista para los trabajos del futuro”
En este marco, se destaca esta observación de Jim Yong Kim, Presidente del BM: “para las personas más pobres, el capital humano es a menudo el único capital que tienen”. Esto parece una llamada de atención para países como la Argentina, que tiene a casi un tercio de su población en situación de pobreza.
¿Qué es el Capital Humano? Para el BM, es “la suma de los conocimientos, aptitudes y salud que una población acumula a lo largo de su vida” y que “ha sido un factor clave para explicar los índices sostenidos de crecimiento económico y reducción de la pobreza en muchos países durante el siglo XX, especialmente en Asia Oriental”.
Según lo explica el mismo BM, el ICH calcula -analizando el desempeño de los países según diversos indicadores (como la mortalidad antes de los 5 años de vida, o los años de escolarización)- “la productividad, como trabajador futuro, de un niño nacido hoy, comparada con la de esa misma persona si tuviera salud plena y una educación completa y de alta calidad, en una escala de cero a uno, siendo uno el mejor resultado. Un país con un puntaje de 0,5, por ejemplo, significa que sus ciudadanos, y el país en general, están desaprovechando la mitad de su potencial económico a futuro. Calculado a lo largo de 50 años, esto se traduce en graves pérdidas económicas: una pérdida anual de 1,4 por ciento en el crecimiento del PIB”.
En el ICH elaborado por el BM, el primer puesto en el ranking a nivel global corresponde a Singapur, seguido por Corea del Sur, Japón y Hong Kong. El primer país latinoamericano que aparece en la lista es Chile, en el puesto no. 45; el segundo es Costa Rica en el no. 57; Argentina está en el tercer puesto, en la posición no. 63, seguida de México en la no. 64.
Según los especialistas, la mejor y más redituable oportunidad de inversión que tienen los países en este sentido es durante los primeros 1.000 días de la vida de un niño.
Estas cuestiones nos interpelan a todos, pero parecen plantear un desafío particular a nuestros dirigentes y decisores políticos, económicos y sociales. Los problemas de la coyuntura insumen la mayor parte de nuestra atención, de nuestro tiempo y recursos, y eso es inevitable en contextos difíciles. Pero el desarrollo sostenible del capital humano requiere estrategias, planes, políticas (y la inversión asociada) pensadas para el largo plazo, donde estos procesos fructifican. Nuestro futuro estaría comprometido si el árbol nos impidiera ver el bosque.
Osvaldo Elissetche, Oct. 2018
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